- Domingo, 7 de octubre del 2018
- Comentarios: 0
- Publicado por: Moisés Martín Anaya
Al llegar a octubre, el calendario nos recuerda que el cáncer de mama se lleva cada año a miles de mujeres. Los lazos rosas en las campañas oficiales y espontáneas evocan a quienes no pudieron con la enfermedad y acompañan a quienes, día a día, luchan contra ella.
Durante estos treinta días tenemos muy presente este terrible diagnóstico y sus consecuencias , devastadoras, en muchos casos, para la mujer. Cuando el avance de las células tumorales hace necesario extirpar una parte de la mama o la mama completa, las secuelas psicológicas se suman a las físicas. Y la recuperación se convierte, como decía la canción, en “ un largo y tortuoso camino “.
La mastectomía, como se denomina a la extirpación de la mama, ha venido siendo un asunto tabú hasta hace muy poco tiempo. Si se piensa, quizá todo lo relacionado con el cáncer lo era y con el de mamá un poco más. Parece lógico tratándose, además, de una zona erógena, esto es, que presenta mayor sensibilidad ante estímulos de carácter sexual.
Afortunadamente el cáncer en general ha dejado de ser tabú, a la par que las investigaciones han ido ganándole la batalla de la supervivencia y de la calidad de vida de las personas afectadas.
La mastectomía, por su parte, ha vivido todo un huracán mediático: el “efecto Jolie”, protagonizado por una famosísima estrella de Hollywood. La actriz, esposa e hija de actores, Angelina Jolie, decidía extirparse las mamas ante un índice más que preocupante de posibilidades de padecer cáncer de mama. Era una cuestión de probabilidad genética, una de las causas principales. Su madre lo había padecido.
La valiente decisión dio la vuelta al mundo y es cierto que ayudó a muchas mujeres en su mismo caso a “salir de armario”, si es que se puede aplicar aquí esta expresión. Y lo sigue haciendo.
En los últimos días, la presentadora española Terelu Campos ha tomado, también de forma valiente y pública, la misma decisión.
Ahora bien, también es importante que tengáis en cuenta que a esta dramática decisión se llega tras el estudio de un comité experto, en el que la primera palabra la tienen los oncólogos. Una vez que la enfermedad haya sido atajada y hasta erradicada, diría yo, es cuando se abordan los demás factores, entre ellos el estético.
Por lo tanto, de nada sirve que, empujadas por el miedo, legítimo siempre, pero irracional también, la mujer acuda a la consulta del cirujano estético solicitando una intervención como la de Angelina Jolie o Terelu Campos porque en su familia haya antecedentes de cáncer de mama.
Ante el cáncer precaución, pero también calma. Es imprescindible acudir puntual como un reloj a las revisiones –NO SALTARSE NI UNA – y , siempre ponerse, en el peor de los casos, en manos de los expertos.