Daddy do over, ellos también se retocan en la madurez

Desde el año 2000 hasta la actualidad , la demanda la cirugía estética en el varón se ha incrementado un 29% en Estados Unidos según un informe de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos y Estéticos. Si bien es cierto que el uso del bisturí está en América más generalizado no lo es menos que las tendencias que nos llegan del otro lado del Atlántico acaban imponiéndose en Europa y en España.

Aunque no podemos comparar las cifras _ si los datos de ASAPS hablan de 1.3 millones de intervenciones sólo en hombres_ , el último estudio de la española SECPRE reduce la cifra , incluyendo mujeres, a 398350, si hemos de admitir que la estética masculina va tomando relevancia en nuestra sociedad.

Máxime si tenemos en cuenta que mientras que en Norteamérica ellos acaparan el 13% de las cirugías totales, en nuestro país, la proporción entre ellos y ellas, en lo que respecta a pasar por el quirófano para mejorar la apariencia física es de un 83´4, frente a un 16,6%.

 El hombre español se opera, pues, más que el norteamericano, pero prácticamente se opera de lo mismo. Las intervenciones más solicitadas son la ginecomastia, la reducción del pecho masculino, la rinoplastia, la blefaroplastia ( párpados y bolsas de los ojos) y como novedad, el implante de pelo. Los transplantes capilares que gozan de gran popularidad en España no han conseguido, sin embargo, desbancar a la otoplastia, la intervención de retoque de las orejas.

 El “daddy do over”, complemento masculino al “mommy makeover” . Ellos también desean una puesta a punto llegada la madurez. Para volver a los 30 le piden al cirujano reducir el llamado “flotador”, la barriguita, la papada y las bolsas en los ojos. Por supuesto, en el daddy do over no puede faltar el injerto capilar.

La liposucción y la abdominoplastia son las operaciones indicadas para acabar con la grasa del abdomen, dependiendo de las características de cada paciente. La primera extrae la grasa y la segunda se ocupa también de la piel excedente, siendo mucho más completa. Es necesario indicar que  el varón responde a la liposucción peor que la mujer. Mientras que si tras la operación se vuelve a recuperar peso, en ellas se reparte de forma homogénea, en ellos la grasa vuelve a la cintura y el vientre.

La papada no es cuestión de edad y apenas de cuidado de personal y dieta. Es un problema relacionado con la herencia genética y así, con 30 años ya hay personas con una distribución de la grasa muy marcada en la zona cervical. Ocurre lo mismo en otras áreas del cuerpo como los tobillos o la cara externa de los muslos.

Si hablamos de género, la diferencia estriba, explica el cirujano, en la diferente densidad de los cartílagos masculinos, la presencia de más vello en la zona submentoniana y las distintas características de la piel del hombre.

La solución realmente efectiva para eliminarla pasa por el quirófano, dentro de una línea, de mayor a menor exigencia, según necesidades y deseos del paciente. Una solución intermedia es la liposucción de la grasa del cuello y, si estamos realizando a la par una operación de mentón, una retracción del tejido excedente. Se trata de darle más profundidad a la zona del cuello y más proyección a la barbilla.

Las bolsas en los ojos, por otro lado, son producto de  la retención de líquidos, que puede estar asociada a excesos como la falta de sueño y/o la ingesta de alcohol, o ser crónica y necesitar de un cuidado constante . En este caso, el líquido se deposita en las cuencas de los ojos, puesto que la piel de esta zona es muy laxa. Una dieta baja en sal y ejercicio moderado deberán unirse a la aplicación de frío en las partes inflamadas.Si lo que se nos ha depositado en esta parte inferior de los ojos es grasa, que no líquido, será preciso recurrir a la blefaroplastia.

Cuando somos jóvenes, la piel es dura y elástica y sujeta la grasa que rodea al globo ocular. Con el paso de los años, la flacidez hace mella y la grasa comienza a dejarse notar hasta producir un bulto en las cuencas de los ojos y en los párpados. Mediante la blefaroplastia se puede extraer sin complicación alguna esta grasa La intervención se realiza con anestesia local y dura unos treinta y cinco, minutos. El postoperatorio es sencillo y nos “pondremos al día” en una semana y media.

En España son más los hombres divorciados quienes acuden a las clínicas de estética en busca de una renovación. Lo hacen de manera discreta y con las ideas muy claras acerca de lo que quieren. Mientras que las mujeres se van retocando poco a poco con procedimientos médico estéticos ( botox, ácido hialurónico, láser,) ellos van directos al quirófano. Quieren soluciones y cambios rápidos, sobre todo si, separados o divorciados, han comenzado una nueva relación sentimental y su nueva pareja es más joven que ellos.

Por supuesto, los profesionales liberales y los ejecutivos se encuentran entre los pacientes de cirugía estética, dada la importancia que la imagen está cobrando en el entorno laboral.

Imagen de portada Unsplash.com